Receta de gambas al ajillo

Receta de gambas al ajillo - Saborea Huelva

Esta semana traemos la receta más típica en España para elaborar con gambas blancas, la receta de gambas al ajillo. Es tapa y ración en toda la península, sencilla, y de gran sabor. Pero como un buen salmorejo o gazpacho, las gambas al ajillo dependen totalmente de la calidad de los ingredientes que vayamos a utilizar.

Además de los ingredientes, el elemento clave para la receta es la cazuela o la olla donde se va a cocinar. Lo más popular es utilizar una de barro, ya que luego se puede presentar en la mesa directamente. Si utilizamos una olla de acero inoxidable, ésta puede servir perfectamente para hacer la receta, aunque tendremos que buscar un buen recipiente donde emplatar.

Si quieres aprender a hacer tus propias gambas al ajillo para deleitar el paladar de los comensales en un almuerzo aquí tienes la receta.

Ingredientes

Aperitivo para 4 personas

Preparación, cómo hacer gambas al ajillo

Comienza por pelar las gambas para tener sólo la carne. Te recomendamos con un cuchillo eliminar los intestinos, el filo hilo negro interior, que tienen un sabor amargo.

Puedes cortar las cabezas y cáscaras y reservarlas para hacer un fumet, que puede venir muy bien para cocer patatas y hacer una ensaladilla de gambas.

Pon todas las gambas ya peladas en un recipiente y cúbrelas de agua, aproximadamente durante una hora. Esto aumentará su tamaño y las dejará más receptivas a la cocción en aceite.

Corta los dientes de ajo en rodajas finas, suficientemente grandes para que luego quien quiera pueda cogerlos con el tenedor. Y dependiendo de tu gusto, pica también las guindillas. Nosotros solemos picar una, y dejar las otras tres enteras para que el sabor no sea excesivamente picante.

Cocinar las gambas

Con todos los ingredientes preparados, echamos en la cazuela, olla o sartén una buena cantidad de aceite de oliva. Empieza con fuego alto para que caliente, y una vez caliente el aceite, déjalo en baja intensidad.

Añadimos el ajo y la cayena, cuidado de no quemarlo, por eso es conveniente bajar el fuego. Después de un minuto removiendo para que el aceite coja bien el sabor, colamos las gambas que estaban en agua y las añadimos.

Podemos subir algo más el fuego de nuevo, y en dos o tres minutos como máximo estarán las gambas perfectamente hechas.

Un recipiente de barro mantendrá más tiempo el aceite caliente, y luego podemos decorar con algo de perejil picado, cebollino o cilantro.

Se puede acompañar de un buen pan de chapata o similar para mojar con alegría. Y, por supuesto, maridarlas con un buen vino blanco como nuestro Viña Barredero.

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